En su poema, Castelló, con su especial sensibilidad y un ritmo frágil y elocuente, presenta una serie de imágenes acerca de las máscaras que leemos en multitudes, una y otra vez.
Máscaras: clásicas caricaturas, claves culpables. Máscaras cínicas, críticas, más crueles; Crispadas máscaras en caravanas; eclosión de caras cansadas, curiosas, cálidas. Máscaras cretenses, aclamadas, descaradas y corteses. Máscaras: más caras que crecen eclécticas, contorsionadas claras -quizá cristianas- Caras acarameladas, complacientes acartonadas y desconcertadas máscaras democráticas Máscaras: casi caras criteriosas, cómicas acribilladas a gritos; cáscaras de creatividad; oscuras cascadas de carabinas caracoles carabelas crisantemos de acrílico. Máscaras: cráneos obsecuentes, cómplices más caras de crema y masacre acrobáticas acuarelas acopladas a cada crepúsculo. Caras cubiertas de máscaras más caras cubiertas de caras más máscaras para creer para carecer para caer y acabar de cara en la arena