En la sensibilidad de lo profundo, pueden encontrarse cosas tangibles. Fia, en este poema sumamente palpable, encontró un revoltijo de sensaciones: vejez, grasa, adolescencia, resequedad, franqueza, sudor, escritura, terciopelo, alegría y, sobre todo, profundidad.
Quiero, por permitirme tocar en tantos lados, y a mis piernas, por soportar mi torso todos los días. Quiero cerebro, por creatividad e inteligencia irregular. Quiero domingos, para lustrar mis poemas. Quiero piel, para sudar y temblar. Quiero a los termómetros de mi vida, por pesar la fiebre. Quiero a mi familia, por ser mi familia. Quiero a mi sangre, por contenerse del derrame. Quiero grandeza, por el espectáculo. Quiero a mi casa, que me hizo sentir el piso frío. Quiero a mi infancia, por la vagancia romántica. Quiero a las calles, por chocarme. Quiero al robo, por curtirme. Quiero grasa, para engrasarme. Quiero mi rostro, por la belleza. Quiero asco, por no dejarme. Quiero resentimiento, para romper las horas. Quiero a la violencia, por no lastimarme. Quiero a las mujeres, por el parto. Quiero alegría, por minutos. Quiero llanto, por darme vida. Quiero pánico, para mantenerme frágil. Quiero a mi papá, por la respuesta. Quiero hermanas, para compañía. Quiero un Dios que no tengo, para creerle. Quiero arte, para darme ilusión. Quiero al clima de lluvia constante, para tormento. Quiero privilegios, para la culpa. Quiero Argentina, por resguardarme en el maldito español. Quiero a mis uñas, por el consuelo. Quiero angustia, por darme la razón. Quiero al azúcar, por relajarme. Quiero nervios, por habilitarme. Quiero música, por la ironía. Quiero a mis ojos, por el pozo. Quiero a la tele, por el disparate. Quiero radio, para romper el silencio. Quiero tiempo, por desenfreno. Quiero memoria, para problemas. Quiero problemas, para existirme. Quiero libros, para franqueza. Quiero franqueza, para operarme. Quiero operarme, para escribir letras, Quiero escribir, para drogarme. Quiero drogarme, para callarme. Quiero callarme, para relatar. Quiero relatar, para privatizar mi cuerpo profundo.